HISTORIA
Origen de la aldea de Vichuquén:
Vichuquén está habitado desde mucho antes de Cristo, así dan testimonio los restos fósiles encontrados al borde del Lago Vichuquén, que datan del año 2.900 A.C., vestigios arqueológicos de una mujer que habría pertenecido a la cultura de los conchales que abarcó desde el extremo norte de Chile hasta esta zona 7.000 A.C.. Estos restos son exhibidos en el Museo Histórico de Vichuquén.
Antecediendo la llegada de los conquistadores españoles a este territorio. El imperio Inca se extendía desde el Perú hasta las serranías de Vichuquén como parte de Collasuyo, expandiéndose bajo el reinado de Topa-Inca (1463-1471), atraídos por el oro, cuyos filones afloraban en las quebradas de los cerros y se escurrían en las corrientes de los riachuelos, el que era transportado al Cuzco, capital del imperio. Un poco más tarde, el Inca Huaina Capac (1488-1525) quien gobernó e influenció las tribus locales, estableció un asentamiento mitimaes, con pobladores traídos de distintos rincones del imperio, que se sumaron a grupo de indígenas dispersos alrededor en el valle surcado por los esteros de las Cardillas y Uraco, que dio origen al poblado de Vichuquén.
A esta población de indígenas que desarrollaron actividades relacionadas con la agricultura y la recolección de productos del mar, se les conoce como Costinos. Muchos apellidos de las familias indígenas se conservan hasta nuestros días en su forma primitiva, como Vilu (Vilo), Catrileo, Calquín, Carbullanca, Quintral, Nirre, Maripangue y Llanca. La familia Vilu adquiere una connotación en la historia de Vichuquén, a través de pacíficos caudillos de una tribu y patriotas ilustres, hasta sacerdotes. El cacique Basilio Vilu, además de ser el último cacique, lideró la lucha durante la reconquista española, armando a su vasallos y se habría unido a las insurgentes para pelear contra los opresores de sus antepasados, muriendo en el encuentro con los derrotados de Maipo, que huyeron por el camino de la costa.
La aldea de Vichuquén surge como tal, durante el periodo de la Colonia como un pueblo de traza libre. Su expansión comenzó de manera espontánea alrededor del camino de uso prehispánico, lo que posteriormente se convierte en lo que hoy se conoce como calle Comercio. Con el nombramiento del primer cura doctrinero Diego de Lobera, encargado de evangelizar Vichuquén, Lora y Huenchullamí, los indígenas de Vichuquén se convirtieron al catolicismo, dando paso a la creación de una de las primeras parroquias del país, allá por el año 1646
(Tomado del libro “Vichuquén 400 años” de ediciones la Prensa Curicó, 1985)
Costumbres y creencias de los indigenas Costinos:
La vida que transcurre entre la montaña, el mar y alrededor de la serie de lagunas, se supone dio el nombre de Vichuquén, palabra que es corrupción de “vuta”, grande y “lauquén”, mar o laguna, que quiere decir Laguna grande.
Las tribus estaban bajo la soberanía del cacique principal o ulmén, como el más rico y valiente de los indígenas y tenía bajo su jurisdicción a otros caudillos secundarios, cuyo poder estaba circunscrito a unas cuantas chozas, sin misión alguna de gobierno ni de administración de justicia, los crímenes se vengaban o se pagaban.
(Tomado del Libro de Vichuquén 400 años, Ediciones La Prensa, Curicó, 1985)
Llegada de los españoles a Vichuquén.
El primer contacto que tiene el español con los indígenas a su llegada al territorio de Vichuquén, se produce en las llamadas encomiendas. En el año 1542 , don Pedro de Valdivia hizo en Chile un reparto de 60 encomiendas en el territorio comprendido entre Copiapó y Maule. En la región del Maule existieron 3 encomiendas o repartimientos. La primera fué la del TEUTÓN BLUMENTAL, encomendero de Cauquenes y Pután, la segunda era la de JUAN JOFRÉ, SEÑOR DE POCÓN, Petorca y la tercera fue la de JUAN DE CUEVAS Agustinas y Terán, encomendero de Vichuquén.
El encomendero de Vichuquén fue don Juan de Cuevas y luego lo sucedió su hijo. Las encomiendas eran concebidas en retribución de servicios prestados por los conquistadores y generalmente abarcaban 2 vidas, o sea, se les concedían al beneficiario y a su heredero inmediato. Cuando la segunda vida se extinguía, la encomienda era declarada vaca y se llamaba a concurso a los beneméritos del reino para que, con exposición de sus méritos y servicios, se opusieran. Las encomiendas no se refería a la tierra, sino que consistían en la cesión gratuita de cierto número de indígenas de trabajo, destinados para las obras públicas o particulares, como construcciones, apertura de caminos, explotación de minas, cultivo del campo y pastoreo de rebaño, los indígenas concurrían a estos trabajos por secciones, y este orden era lo que se llamaba “mita”, la encomienda no podía (teóricamente) afectar la libertad de los indígenas y los aborigen debían, pagar tributo al cura, el corregidor y el administrador del pueblo. El encomendero tenía el derecho y la obligación de tutelaje sobre la región en que estaban asentados sus indígenas, además de adoctrinarlos y concurrir a la guerra junto a sus aborígenes, caballos y armamentos cada vez que el Gobernador lo llamara.
En el año 1789, el presidente Don Ambrosio O´Higgins, suprimió las encomiendas producto de los abusos y despotismo de los encomenderos hacia los aborígenes.
La evolución del Departamento de Vichuquén.
Vichuquén vivió su época de mayor esplendor entre los años 1865 y 1928, recibiendo la designación como Capital Departamental en la provincia de Curicó, creado con el nombre de Vichuquén, que abarcaba la zona costina, conjunto geográfico y social integrado por las delegaciones de: Vichuquén, Llico, Paredones, Pumanque, Lolol, Culencó, La Huerta, Alcántara, Iloca, Licanten, los cerros de la puntilla de la Huerta de Mataquito, Altos de Caune, San Gerónimo y Cuesta de la Lajuela; con una población cercana a los 35.000 habitantes (Según el censo de 1875), de los cuales el poblado de Vichuquén registraba 2.719 habitantes.
La evolución de Vichuquén desarrolló una floreciente vida social y la edificación de las casas marcaron la fisonomía urbana que permanece y le da su aspecto único en la actualidad; construcciones que se integran de forma armónica, respetuosa y equilibrada con la topografía del lugar y sus fuertes desniveles, corredores que favorecen el diálogo entre el espacio público y la vida privada. Fue en el año 1870, que el arquitecto Ricardo Brown, diseño el caserío en torno a la Avenida principal, estableció la plaza y trazó la manzana para romper con la linealidad del pueblo. El 27 de febrero de 1889 por decreto supremo se autorizó al Gobernador de Vichuquén Víctor Bianchi, la comprar la casa de Don Nemesio Castro, ubicada frente a la plaza de Vichuquén, a fin de que funcionaran en ella la gobernación y otras oficinas públicas. El mismo año fueron aprobados los planos y el presupuesto para la construcción del Hospital de Vichuquén.
La Villa de Vichuquén, durante esa época experimenta un creciente aumento de la población, nuevas autoridades, muchas oficinas públicas, una activa vida social y un próspero comercio que comprendía un hotel, once salas de billar, cincuenta y seis tienda, dos imprentas, diez molinos, tres carnicería y una fábrica de carretas. Rasgos urbanos y aspectos que permiten con fecha 30 de enero de 1890 entregarle el título de “Ciudad”.
(Tomado del Libro de Vichuquén 400 años, Ediciones La Prensa, Curicó, 1985).
EL PUERTO DE LLICO
En el siglo XIX empezaron espontáneamente a detenerse algunas embarcaciones frente a Llico, más por la necesidad que existía de dar salida a los productos agrícolas de la zona que por la comodidad que la rada ofrecía, ante las opciones de Valparaíso o Talcahuano. Ante esta situación en abril de 1849, durante el Gobierno de Don Manuel Bulnes, se declaró la rada de Llico, legalmente habilitada para el comercio. Al no existir muelle, el embarque de productos se hacía en forma extremadamente difícil y con grandes pérdidas. Los barcos se detenían a alguna distancia de la costa y los productos eran llevados hasta ellos por medio de barcas, construidas para ese fin. Con frecuencia las embarcaciones perdían la totalidad de la carga, además que la arena obstruía la comunicación del mar con la laguna y durante largas temporadas no permitiendo el embarque. A pesar de la distancia muchos agricultores preferían enviar sus productos a Valparaíso, por pésimo camino y a lomo de mulas o carretas.
Motivados por la suma de inconvenientes, se empezó a pensar en la construcción de puerto que comunique por un ancho cauce el Lago Vichuquén con el Mar. La primera idea nació del Presidente de la República, Don Manuel Montt encargándole la labor de realizar un proyecto al ingeniero Don Horacio Bliss (1855), entregando un informe que concluye que de formase alguna vez una entrada al lago Vichuquén, ofrecería una bahía más segura y hermosa, además que, como puerto de comercio o depósito naval y astillero sería preferible a cualquier otro puerto de la costa de Chile. Sueño que se mantiene estancado por más de 20 años.
Después de la guerra del Pacífico, el Presidente Don José Manuel Balmaceda revive el gran proyecto de puerto en la laguna, aseverando que Chile necesitaba un puerto militar amplio e inexpugnable, y ese puerto no puede ser otro que Llico. Es así como en el año 1888, el ingeniero Don Ramón Nieto, comisionado por el gobierno, elaboró un proyecto muy semejante al de Bliss. Este último, comprende 3 obras fundamentales: El Ferrocarril que une el puerto de Llico con la línea férrea central en Curicó, las obras de canalización entre el Lago Vichuquén y el mar, y los trabajos para el Puerto en la rada de Llico.
Visita Presidencial.
El otoño de 1888, Vichuquén recibe la visita del Presidente José Manuel Balmaceda, según publicó el periódico de la época “El Buen Consejo”. El Presidente Balmaceda habría llegado a Curicó, desde donde se dirigió en coche hasta Vichuquén, escoltado por soldados a caballo, atravesando Tutuquén, cruzando el rio Teno en Capellanía y siguió por el polvoriento camino paralelo al rio Mataquito. Tan llamativa comitiva no dejó indiferentes a los vecinos quienes salían a saludar a su paso.
Llegando a Vichuquén que lucía embanderado y con arcos de flores, luego de cruzar desde Licantén en medio de un vigoroso bosque nativo, por donde pasaría el ferrocarril que uniría el puerto con la ciudad de San Rafael en Argentina. Aquella noche se hospeda en casa del vecino José Arangua, donde esa noche fue agasajado con un baile para la elite de la zona.
A la mañana siguiente a su llegada se dirige a Llico, allí recorre el lugar a caballos recibiendo explicaciones del proyecto y maravillándose con el paisaje, la quietud del mar, pero sobre todo la visión de un puerto militar estratégico, en una zona netamente agrícola.
Sin embargo, el año 1891 muere el Presidente Balmaceda y nadie volvió a hablar de sus planes portuarios para Llico.
Periódicos de Vichuquén
A través de los periódicos es posible conocer cada época con el auge de Vichuquén, así mismo como dan cuenta del progreso, los estancamientos y su decaimiento. Existen registros de publicaciones a partir de 1863 con “El Bien Público”, “El Atalaya” (1884 – 1887), “El Buen Consejo” (1883 . 1921), “El Civismo” (1879 – 1891), “El Eco de Vichuquén” (1890 – 1891), y catorce más.
El 9 de enero de 1876, aparece la primera edición de “La Luz de Vichuquén”, que tenía una publicación semanal y permaneció durante 7 años. La imprenta estaba ubicada en la casa de José del Carmen Santelices, “frente a la calle principal”.
“El Buen Consejo”, a través de su publicación da cuenta de la actividad artística y cultural de Vichuquén que iba en aumento, así publicaba la primera semana de marzo de 1884, la presentación de un circo con destacados acróbatas. Ya en la segunda década del presente siglo, en pleno auge de la ciudad, eran de gran prestigio las “veladas literarias-musicales” que se realizaban en la casa de Doña Salomé Jiménez viuda de Rojas y que incluían coros, teatro y recitales. Las entradas debían reservarse con anticipación. En Octubre de 1929 el periódico “El Regional” anuncia a media página el estreno de la película “Perdidos en el frente”, con la actuación de Charles Murray y George Sidney”. Todos los días sábados, en función única a las 8 P.M, producciones de la Metro Goldwyn Mayer y Fox Film, según la publicidad escrita en las paredes del cine, ubicado en la Calle del Comercio, N° 10.
La visita del Presidente de la República José Manuel Balmaceda, aparece comentada en el “Eco de Vichuquén”, haciendo mención al esperanzador proyecto del Muelle de Llico y que tiempo más tarde, el 7 de enero de 1891 da la noticia que hace perder la ilusión, con el inicio de la guerra civil.
(Tomado del Libro de Vichuquén 400 años, Ediciones La Prensa, Curicó, 1985).
Vichuquén decadencia y actualidad
La actividad económica comenzó a decaer lentamente hasta que se tomó la decisión de trasladar el centro administrativo de la provincia. El 12 de Junio de 1930 se le arrebató a Vichuquén la condición de cabecera, el invierno también intentó llevarse el antiguo señorío del pueblo: la inundación de los esteros circundantes arruinó casi todas las construcciones de la parte baja. Solo resistieron las casas de adobe que se habían levantado en la pequeña loma de la calle Comercio y aquellas que se instalaron en la falda del cerro más cercano, en lo que hoy son las calles Arturo Prat y Balmaceda. Años mas tarde, los terremotos del año 1985 y 2010 intentaron borrar su historia pero la reconstrucción de estas casas patrimoniales revivieron el pasado histórico que tenía escondido esta tierra , debido a esto es que el pueblo ha mantenido en alto grado sus características originales de sus casas. El 13 de Septiembre del año 1990 , estas viviendas patrimoniales fueron declaradas Zona Típica (durante el Gobierno del presidente Patricio Aylwin) . Hoy en día es el turismo que sustenta a esta comuna, con más de 400 años de historia, bellos paisajes naturales , leyendas de brujas y encantamientos hacen de esta tierra un lugar fascinante e imperdible para los visitantes .